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Capítulo V: Caos, Destrucción y Terror
Capítulo V. Caos, Destrucción y Terror
Las fuerzas syrtenses, a pesar de ser un número no nada despreciable de enemigos, veinticinco entrando en la ciudad y otros veinticinco esperando en las afueras, actuaban con sigilo, sin que nadie pudiera percebir la presencia hóstil, la horda syrtense llegó en quince minutos a su objetivo, la casa de los Wilnnied.
Se preparon para entrar en la casa, cuando vieron que estaba bajo una protección mágica muy poderosa, y que la habían activado, por no tomar las precauciones necesarias, alertando de presencia enemiga a los ocupantes de la vivienda, mientrás el brujo Neurotiko conseguía romper las defensas mágicas, aunque en el intento recibió algunas heridas, que con gran velocidad Har las curó.
Leoamros e Yllathana se pusieron sus viejas ropas de batalla, y se preparándose para lo que muy posiblemente sería su última batalla. Ahora su objetivo era salvar a la niña, así que Leoamros ordenó a Yllathana que la despertara y la haciera salir por la trampilla inferior, que se encontraba en la parte posterior de la casa, en un cuarto que solo usaban para poner viejos trastos. Yllathana despertó a la niña, haciendola meterse a través de la trampilla que llevaba a unos pasadizos oscuros y con un olor desagradable, a causa de la húmedad que había dentro, y de algunos vapores de los experimentos que se habían filtrado a través de las paredes. Elendriel siguió las instrucciones de su madre y se fue por las pasadizos sin pararse ni mirar atrás. Tras ver que Elendriel estaba a salvó, Yllathana selló magicamente el pasadizo haciendolo imposible de descubrir.
Leoamros, fue al laboratorio donde tenían todo el material, y lo destruyó con una poderosa bola de fuego, incendiando todo. Las fuerzas enemigas llegaron hasta donde estaba Leoamros, preparado para recibir su visita, Sonico atacó pero Leoamros tenia activada su barrera mágica impediendo que las flechas le penetraran la protección, mientrás lanzó su hechizo más poderoso, el Terror de Sultar, causando la muerte a cinco de ellos, Sonico consiguió esquivar el ataque lanzandose hacía atrás. Sonico, cogió de nuevo su arco, y ante un Leoamros distraido por la llegada de nuevos enemigos consiguió herirlo con una flecha a 5 centímetros del corazón, pero en ese instante apareció Yllatahana que lo sanó. Yllathana se tuvó que lanzar un hechizo llamado Santuario que da una protección tan poderosa a su lanzador, que lo hace inmune a cualquier hechizo o ataque, aunque también limita su poder, solo siendo ser capaz de lanzar algunos hechizos, como los hechizos de curaciones.
La batalla se encrudecía por momentos, Leoamros lanzó una bola de fuego, cortando el paso a nuevos enemigos y matando a 2 enemigos más. Leoamros se enfrentó a Sonico, lanzando un mísil arcano, que esquivó echandose hacía el lado derecho, en ese mismo instante, Leomaros ya tenía preparado el siguiente hechizo, invocando una hiedra, que lo inmovilizaba, y con sus puas se metían en su cuerpo, Sonico intentó reaccionar, pero ya era tarde porque un meteorito caia sobre su cuerpo, golpeando la cabeza que la aplastaba contra el suelo, escampando sus sesos por la habitación. Justo cuando mataba a Sonico, aparecía Ferraje por la espalda, cogiendo desprevenido a Leoamros y le cortó el brazo izquierdo. Cuando iba a ser rematado, consiguió lanzar empuje mental, empujando fuertemente a Ferraje contra la pared, quedando noqueado.
Neurotiko, que había pedido que esperaran, quería enfrentarse él personalmente, silenció a Yllathana, que ya se le había acabado su santuario, y se enfrentó a un débil Leoamros, tras una dura batalla, Neurotiko lanzó un poderosísimo relámpago sobre Leoamros, causándole una muerte dolorose tras sufrir de convulsiones.
Ferraje se despertó y atacó a Yllathana tirandola al suelo, después entre varios syrtenses la desnudaron y la penetraron repetidas veces, mientrás un brujo miraba y gozaba de la situación, con gran crueldad. Después de ser violada, Ferraje con su espada la degolló.
Jabeline les informó, de que llegaban refuerzos, y que debían irse, la misión había fracasado, no habían conseguido los secretos. El grupo empaló los cadaveres de Yllathana y Leoamros fuera de la casa y quemaron la casa.
En la huida, aparecieron refuerzos ignitas para capturarlos; solo quedaban quince syrtenses del grupo inicial de veinte y cinco iniciales, consiguieron rejuntarse con el grupo que esperaba en las afueras, y allí fueron atacados por el grupo dirigido por Sultar, Alexia y Norkul Swordhand.
Norkul Swordhand, un bárbaro legendario, de gran fuerza, alto y corpulento, que tenía una velocidad y agilidad extraordinaria, a pesar de su enorme físico. Iba armado con un poderoso martillo, matando a cuatro enemigos velozmente. Pero su vieja enemiga, Jabeline, con una destreza y agilidad sorprendentes, vestida con una armadura ligera, que le permetía gran movilidad, se enfrentó a él, en una dura batalla, Jabeline con su terrible lanza consiguió herirlo en el brazo derecho, cortandole las arterias y articulaciones, un corte que provocaba que la sangre saliera a gran presión y a chorros, manchando de sangre las ropas y cara de Jabeline. Cuando Jabeline iba a asestar el golpe final, Alexia intervinó y bloqueó el ataque con su espada, empezando una batalla entre ambas. Mientrás Sultar se enfrentaba con Neurotiko, acabando el enfrentamiento en tablas, y las fuerzas ignitas se iban multiplicando, así como se alargaba la batalla, con nuevos refuerzos, obligando la huida de las fuerzas syrtenses, y solo veinte de los cincuenta guerreros syrtenses iniciales sobrevivieron.
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死 乱麻 壊滅 勇気 恐怖 力 不羈
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